Sal esta tarde. Elige un sitio. Pídele que vaya con tigo. Muy bien. Ya esta todo listo. Mira el reloj. Pasará a por ti a las 9. Muy bien, 5 horas. Te queda poco tiempo. Bien, dúchate. Arréglate el pelo. Ponte los rulos. Sécatelo, con mucho brillo. Rizos perfectos sí. Todo bien. Vale. La ropa. Abre el armario. Mírala toda. Otra vez. Una más. Vale, la ultima. No decidas que ponerte. Pruébate medio armario. Luego la otra mitad. No te decidas. Muy bien. Las medias. Otra vez, ¿Que me pongo? Esto va genial con lo de esta noche. Perfecto. ¿Tiempo? 2 horas. Maquillaje. Pero ¿cual? Sí, sombra azul. ¿Y mi rimel? ¿Donde esta? No, esto no me pega. No para nada. Empecemos otra vez. Terminado. Genial, los zapatos. Tacón. Sí, negros. Marrones. ¿Negros o marrones? Pruébate uno de cada. No estos. O mejor los otros. Sí esos. Muy bien. Pulseras, pendientes, collares. ¿Que? De todo. Vale pues esto con esto o esos con esto y eso. No mejor esos con aquellos y esos otro azules. Si mucho mejor. Quizá los azules y esos tan raros, pero entonces aquellos ¿que? No mejor no. Bueno ya esta. ¿Tendré frío? Confío en que no. Pero ¿Y si...? Bueno la chaqueta... Si esta. De todas formas no tengo tiempo. DING DONG ¡Oh no! ¡Ya está aquí! ¿Qué hago? ¿Qué me falta? Colonia. Si eso. Muy bien. Rápido. El bolso. Perfecto.