¿Cuantas veces hemos deseado borrar un día, un instante, un momento, hasta un año de nuestra vida...borrarlo todo...comenzar de nuevo y vaciar nuestra memoria?¿Cuantas veces deseamos volver a ser unos inocentes niños, vivir todo de nuevo...recuperar lo que se fue o se perdió, dejar que el tiempo ponga las cosas en su respectivo lugar...Algunos simplemente...no esperan nada del tiempo. Da lo mismo regresar o avanzar, simplemente renuncian a que el tiempo continúe su camino, eligen el camino mas fácil y se marchan con lágrimas en los ojos y un largo adiós...
Si deseáramos en algún momento perder, vaciar completamente nuestra memoria y plegarnos, por ejemplo, a la frase "comenzar de nuevo" ¿cuantas cosas nos perderíamos?¿cuantas cosas no conoceríamos?...serían como aquellas cosas que se pierden durante una mudanza y después se extrañan. Perderíamos el calor del primer beso, del primer Te quiero... Quedarían atrás los amigos que iban a ser eternos, las cartas que nos hicieron llorar, la primera o ultima vez que vimos a un gran amor, los brazos mas cálidos, el día que pensábamos que se iba a terminar el mundo, el dolor mas bonito, la sonrisa mas esperanzadora, el nacimiento del sentimiento mas puro...
¿En realidad comenzamos una vida nueva o matamos otra llena de recuerdos…ya sean bonitos o los peores? dejamos una vida y un presente que nos da infinitas oportunidades para soñar en futuro perfecto.  ¿Vale realmente perder la memoria? 

A veces es más fácil vivir en la mentira.

 Buscando la pregunta a una respuesta que no conozco.

A veces no basta con arrepentirse, no basta con darte cuenta de que si le quieres, de que le echas de menos, porque aunque le estés mirando ya no puedes ir y darle un abrazo o que te sonría como un tonto y te haga rabiar con sus tonterías, porque me arrepiento de todos los momentos en los que pude estar con él y no estuve, de todas las llamadas que no hice de todos los besos que no le di, porque no soporto el pensar que todo eso puede ser para otra.

Nos empeñamos en cosas sin sentido. A depender de alguien, en creer que lo grande y bonito es mejor que lo pequeño y feo. En pensar que un Ferrari calmará nuestra impotencia y nos hará más felices. ¿Sabes? Lo mejor no es eso. Lo mejor es levantarse, y tener a alguien al lado que te diga "Buenos días, ¿qué tal has dormido hoy? No has parado de dar vueltas." Lo mejor es ir por la calle, y cruzártelo... Y que te mire, y te sonría, y se te ponga esa cara de tonta. Lo mejor es recibir un mensaje que te alegre el día. Lo mejor es que te llame tu mejor amiga para salir hoy por la noche, y comeros la ciudad a trocitos. Lo mejor es tener a alguien que merezca la pena. Las verdades a la cara aunque duelan, y mandar a tomar por culo las mentiras, con mentiroso incluido. Lo mejor es dejarse llevar. El mundo, la vida, y acciones que hagamos en un momento determinado, pondrán a cada persona en su lugar, a cada nube en su cielo, a cada rey en su trono, a cada perdedor en su banquillo y a cada payaso en su circo.

- Nadie puede cambiar a una persona.
- Pero alguien puede ser la razón para que esa persona cambie.

-El pasado es historia, el futuro un 

misterio y el presente es un regalo.

  
-Por eso lo llaman presente.

-¿Cómo es que no se te pasa por la cabeza si quieres tener un futuro con alguien?
-Muy fácil. ¿Has experimentado la sensación de mirar a alguien y sentir que está viendo tu alma mientras el mundo se queda en silencio durante un segundo?
-Sí...
-Ya, pues yo no.

If you ever loved somebody put your hands up.

Todos dicen que mi felicidad es lo primero pero cuesta demasiado no anteponer la de él a la mía.

Todo lo que te haga sufrir tiene un buen propósito: hacerte fuerte.

Todavía no te tengo y tengo miedo de perderte.

¿Deber ó no deber? ¿Poder ó no poder?

Tal vez deberíamos probar a ver que pasa.

O por lo menos intentarlo, no se pierde nada.

- Nunca va a pasar nada.

- Nunca digas nunca.

- Que razón tienes.

El mundo está hecho para que lo vivamos al revés. Únicamente los locos logran vivir de la forma correcta.

-¿A donde vas?
- A ver hasta donde eres capaz de ir a buscarme.
- Por ti, iría hasta al fin del mundo.

-Te quiero muchísimo

-¿Tanto como para irte otra vez?
-Tanto como para quedarme... Y esperar.

- ¿Y que hago?

- En tu caso sólo puedes soñar, crearte tu mundo perfecto dentro de un sueño.

Y cuando te despiertes estarás deseando dormirte para continuar esa historia.

- En ese caso creo que no me despertaré nunca.

- ¿Me olvidarás?
- Todos los días de mi vida.

Si deseas algo con mucha fuerza, déjalo en libertad.

Si vuelve a ti, será tuyo para siempre. 

Si no regresa, no te pertenecía desde el principio.

Hay millones de formas de explicar lo que siento, pero me quedo sin palabras, así que perdóname si te abrazo sin decir nada.

¿Que por qué le quiero?  Porque aunque seamos un poco especiales, lo nuestro es algo tan natural como respirar.

Te propongo que no hagamos planes. Te propongo que nos demos una oportunidad. Y dejemos que evolucione por sí solo. Bueno, que me dices, ¿Quieres no hacer planes conmigo?

Me callo porque más cómodo engañarse

me callo porque ha ganado la razón al corazón.

Ya no nos lo jugamos todo al pito-pito,  ya no tenemos 7 años y nos revolcamos en la arena del parque y nos manchamos de arena. Ya no perseguimos burbujitas de jabón, ni nos inventamos los nombres de las cosas, tampoco jugamos a ser princesas, ni tan siquiera ponemos semillas entre algodones para comprobar como la vida transcurre entre las paredes de un tarro de cristal. Ya no nos escondemos bajo nuestra manta favorita cuando hay algo que nos da miedo, ni llamamos a mamá pensando que de esta forma todos nuestros demonios se irán. Ya no, ya no somos niños aunque en numerosas ocasiones lo parezcamos. Ya no pedimos deseos al soplar las velas de una tarta, ya no pasamos la noche en vela esperando un regalo especial, ni tenemos la espontaneidad de la inocencia. No, ya no. Ahora perseguimos otros sueños, nos emocionamos con cosas distintas... podemos sentir una canción hasta lo más profundo del alma, podemos compartir recuerdos, podemos saborear cada instante y podemos encontrar en la tristeza un refugio desde el cual coger fuerzas para convertirnos en personas mejores. No necesitamos el dinero, no necesitamos las cosas que pueden desaparecer en el tiempo, que pueden convertirse en meros estados volátiles de amargura y de simple decadencia. Ya no somos como solíamos ser, o quizás sí. Yo ya no recuerdo como era, ni tan siquiera sé como soy en este preciso instante. Lo daría todo por volver a ser niña. Otra vez.

No podría decirte qué momento, qué lugar, qué mirada o qué palabra sirvieron de base.

Vivimos como si fuésemos eternos, exigiendo oportunidades a un destino de dudosa existencia y cuando se nos presentan afirmamos que este no es el momento para saltar, para arriesgarnos y lo dejamos para después. Y claro, luego nos arrepentimos. Aprovechar al máximo cada minuto, cada cosa que nos pase, eso es lo que tenemos que hacer y no pasar el tiempo arrepintiéndonos de todo. Hay que vivir la vida como si cada instante fuese el último.

 

¡Crea tu propia vida y vívela!

La experiencia es simplemente el nombre que le damos a nuestros errores.

Cierra los ojos y, por una vez, déjate llevar.

Can’t stop this feeling, can’t stop this fire.