17.4.11

El problema es,
¿qué quieres tú?
Yo creo que ni tú mismo lo sabes. Creo que te da miedo elegir. Creo que, en el fondo, sólo eres un cobarde. No sabes si la quieres a ella, o si me quieres a mí. No sabes si prefieres sus besos o los míos. No sabes si quieres tenerme, o quieres tenerla. No sabes nada. Y estás asustado. Porque, pase lo que pase, no serás el ganador de la partida. No esta vez. Ahora las cartas están sobre la mesa y la pelota en tu campo. Se terminaron las discusiones tontas y las palabras con doble sentido. Las balas van directas al corazón. Eres tú el único que puede decidir. Porque, en el fondo, esta lucha es tuya, no mía. Yo me retiro. Y que gane la mejor...

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